Domingo de Ramos: esto es lo que necesitas saber de este día

Este domingo inicia la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos, donde recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén entre palmas y ramos de olivo. La liturgia de las palmas anticipa el triunfo de la resurrección.
En este artículo compartimos algunos datos de este día y, una oración para colocar las palmas benditas en la casa.

1. Este día se llama «Domingo de Ramos» o «Domingo de Pasión»
El primer nombre proviene del hecho que se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, cuando la multitud lo recibió con hojas de palma (Juan 12:13).
El segundo nombre proviene del relato de la Pasión que se lee en este domingo. Porque de no ser así no se leería en un domingo, ya que en el próximo la lectura tratará sobre la Resurrección.

2. Se realiza una procesión antes de la Misa
La procesión puede tener lugar solo una vez, antes de la Misa.
“La entrada del Señor en Jerusalén, ya desde antiguo, se conmemora con una procesión, en la cual los cristianos celebran el acontecimiento, imitando las aclamaciones y gestos, que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso ‘Hossana’”, detalla la Carta de fiestas pascuales.

3. Los fieles deben ser instruidos sobre la celebración
“Debe recordarse oportunamente que lo importante es la participación en la procesión y no sólo en la obtención de hojas de palma o de olivo”, que tampoco deben mantenerse “como amuletos, ni por razones terapéuticas o mágicas para disipar los malos espíritus o para evitar el daño que causan en los campos o en los hogares”, indica el texto.

4. Jesús reclama el derecho de los reyes en la entrada triunfal a Jerusalén
El uso de un animal (el burro) en el que nadie se había sentado aún es un indicador más del derecho de la realeza. Jesús quería que su camino y su accionar sean entendidos en términos de las promesas del Antiguo Testamento cumplidas en su persona.
“Al mismo tiempo, a través de este anclaje del texto en Zacarías 9:9, una exégesis ‘fanática’ del reino está excluida: Jesús no está construyendo sobre la violencia; no está instigando una revuelta militar contra Roma. Su poder es de otro tipo: es en la pobreza y la paz de Dios, que identifica el único poder que puede redimir”, detalla el libro.

5. Los peregrinos reconocieron a Jesús como su rey mesiánico
“Lo que hacen los discípulos es un gesto de entronización en la tradición de la monarquía davídica (del Rey David) y apunta a la esperanza mesiánica que surgió a partir de ésta”, indica el texto.

6. “Hossana” es un grito de júbilo y una oración profética
En el tiempo de Jesús esta palabra tenía matices mesiánicos. En la aclamación de Hosanna se expresan las emociones de los peregrinos que acompañan a Jesús y a sus discípulos: la alabanza alegre a Dios en el momento de la entrada procesional, la esperanza de que la hora del Mesías había llegado.
Al mismo tiempo era una oración que indicaba que el reinado davídico, y por lo tanto el reinado de Dios sobre Israel, sería restablecido.

7. La multitud que aplaudió la llegada de Jesús no es la misma que exigió su crucifixión
En su libro, Benedicto XVI argumenta que en los tres evangelios sinópticos, así como en San Juan, se deja claro que quienes aplaudieron a Jesús en su entrada a Jerusalén no fueron sus habitantes, sino las multitudes que lo acompañaban e ingresaron a la Ciudad Santa con él.

8. El relato de la Pasión goza de una especial solemnidad en la liturgia.
La Carta de Fiestas Pascuales dice lo siguiente en el numeral 33:
“Es aconsejable que se mantenga la tradición en el modo de cantarla o leerla, es decir, que sean tres personas que hagan las veces de Cristo, del narrador y del pueblo. La Pasión ha de ser proclamada ya por diáconos o presbíteros, ya, en su defecto, por lectores, en cuyo caso, la parte correspondiente a Cristo se reserva al sacerdote».

A continuación, la oración para colocar las palmas benditas en casa:

Bendice, Señor, nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
sé Tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.

Los datos fueron tomados del documento Vaticano de 1988 titulado “Carta circular sobre la preparación y la celebración de las fiestas pascuales, Carta de fiestas pascuales” y del libro “Jesús de Nazaret: desde la entrada en Jerusalén a la resurrección”, del Papa Emérito Benedicto XVI. ACI Prensa.

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